jueves, 31 de diciembre de 2015

Yule y el fin de año

En un abrir y cerrar de ojos, me encuentro celebrando Yule con la jet set del Asgard.
Esta noche Odín y su mujer Freya, me han invitado a celebrar el fin de año con ellos, pero antes de marcharme, me gustaría contaros como celebraban los solsticios de invierno (o Yule) nuestros machos del norte (y no, no me refiero a este tipo de machos...) es decir, los vikingos. 

A ver quién tiene narices de venir a predicar... 

A diferencia que las celebraciones navideñas actuales, la fiesta del solsticio de invierno era mucho más extensa: la celebración se cree que empieza 12 días antes del 25 de diciembre, aunque en algunas fuentes se indica que dura más de un mes... Por consiguiente me temo que no os puedo dar una fecha más específica sobre la duración de la celebración del solsticio de invierno (era como una boda gitana, se sabe cuando empieza pero no cuando acaba...).  
Como bien sabéis, los vikingos suelen ser gente bastante simpática y fiestera, y suelen aprovechar cualquier excusa para hacer una celebración y hacer correr la hidromiel, así que teniendo en cuanta la localización de Escandinavia y su inclemente clima, no es de sorprender que dedicaran por lo menos, 12 días a celebrar que a partir del primer día de Yule, el sol empezaba a volver, haciendo los días más largos. 

También honraban a los dioses con rituales y celebraciones: sacrificaban un jabalí en honor a Frey, el dios de la fertilidad y los campesinos, (ya os contaré ya...) para que fuera bondadoso y les ayudara a conseguir buenas cosechas al año siguiente. Así que os podéis imaginar cuál era el plato principal de dicha celebración (porqué nadie hace sacrificios tan suculentos en mi honor??): carne de jabalí asada! Muchísimo mejor que esos pollos enclenques que venden hoy en día, eh? 



Asado de pollo vs. Asado de jabalí

Otra de las tradiciones que tenían era la del Yulelog o tronco de yule, y antes de que digáis nada, os diré que no tiene nada que ver con cierta celebración catalana. 
Consistía en decorar un tronco de roble con ramitos de abeto, acebo y tejo, grabarle runas y pedir a los dioses que les protegieran de la mala suerte.
Se guardaban un trozo del tronco para proteger la casa durante el año nuevo y utilizaban el tronco para encender el fuego del año siguiente. Actualmente, los descendientes de estos machos nórdicos cambiaron el Yule log por una extraña especie de pastel de navidad o queso con nueces.


Creo que me quedo con la versión moderna del Yule log... 

Según cuentan mis sirvientas del Helheim, el hijo de ese carpintero que los cristianos idolatran, no nació el 25 de diciembre sino más bien hacia la primavera. 
Los cristianos, que fueron los primeros en iniciar campañas de marketing bastante agresivas para conseguir nuevos adeptos (que si milagros, cruzadas, negociaciones...), pensaron que si hacían coincidir la fecha de ese carpitero junior con la del festival romano Saturnalia y el Yule vikingo, les facilitaría las cosas a la hora de convertir a infieles... Como siempre, pensando en la parroquia... 

Cristiano: ¡Yo he venido aquí a hablar de mi libro (la Biblia)!
Vikingos: ¿pero tras algo para comerciar?
Cristiano: ¡O hablamos de mi libro, o me voy!
Vikingos: Oye, pues esa cruz parece de plata... *preparando sus lanzas*
Cristiano: Oh shit...!
Otra tradición que tenían los vikingos era la de decorar árboles de hoja perenne con comida, ropa, pequeñas estatuas de los dioses, runas grabadas, etc... para persuadir a los espíritus de los árboles a que regresaran por primavera (yo creo que con una porción de asado de jabalí colgada en el árbol habría bastante).
Para aquellos que me habéis preguntado por las tradiciones típicas de la noche de fin de año, os diré que no lo celebraban como lo hacemos nosotros, es decir, no había un día específico destinado a celebrar el fin de año, pero no obstante, os comento que hay cierta tradición en Escocia llamada Hogmanay, que deriva del Yule vikingo. 
A partir del siglo VIII los vikingos de Noruega llegaron a Escocia y además de invadirla (sus principales asentamientos estaban en Shetland y las islas Orcadas), aprovecharon para traer la tradición del Yule. 
Vikingo en la proa: ¡ remad insensatos! 
Resto de vikingos: ¡ Ay... qué mareo! Espero que Escocia esté cerca!
Las islas de Shetland son las que mantienen su influencia vikinga más fuerte. De hecho, todavía llaman Yule a la noche de fin de año. 
Después de la reforma protestante que tuvo lugar en 1686 (introducida por la Acta del Parlamento inglés de 1640), cuando la navidad fue prohibida, las celebraciones en las cuales se daban y entregaban regalos se traspasaron a la noche de fin de año actual y se le llamó Hogmanay. 
Según esta tradición, en la noche de fin de año, el primer visitante del día debe ser un extraño alto, oscuro y atractivo, que viene  a entregarnos carbón, galletas de mantequilla, sal, un bollo de pan negro y "agua de vida" (whisky escocés), para que nos traiga buena suerte en el año que empezamos (este requerimiento viene de la época en la que los invasores vikingos entraban en las casas trayendo consigo la desgracia). 
Otras tareas que deben realizarse antes de la noche de fin de año son la de limpiar la casa y sacar las cenizas de la chimenea y realizar todos los pagos pendientes, para poder empezar el año con aires sonrientes.

Dicho esto, solo me queda poner la silla a mi córcel trípode y antes de irme al Valhalla a celebrar el solsticio de invierno, desearos un feliz año nuevo a todos y ... espero que nos veamos en 2016! Prometo seguiros informando sobre la más rabiosa actualidad del Helheim. 

Curiosidad sobre el muérdago: los vikingos creían que esta planta podía resucitar a los muertos, ya que según la leyenda de Balder, el dios de la luz y la bondad y al cual mataron con una flecha de muérdago, resucitó cuando las lágrimas de su madre Frigga volvieron blancos los frutos rojos del muérdago. 
Fuentes:



Monstruos de la Navidad escandinava: la cabra de Yule

La tradición remonta en la época pre-cristiana en Escandinavia y está estrechamente relacionada con Tor, el cual poseía dos cabras a las cuales tiraban de su carruaje. 
Las cabras se llamaban Tanngrisnir ("enseña-dientes" o "gruñido en" nórdico antiguo) y Tanngnjóstr ("dientes afilados" en nórdico antiguo) y aparecen en la Edda Poetica y la Edda Prosaica de Snorri Sturluson del siglo XIII.
Una vez, en Yule el dios tenía hambre, mató a ambas cabras y compartió su carne con otros dioses. Posteriormente las revivió con su martillo Mjöllnir. 


Posteriormente este mito evolucionó hasta convertir a la Julbock (cabra de Yule) en un personaje humanoide con cuernos y pezuñas, el cual representaba al demonio y que se aseguraba de que la gente que lo merecía recibiera su regalo. También se convirtió en un personaje terrorífico que causaba más de un quebradero de cabeza a la población y les pedía regalos en vez de entregárselos.
 

Suerte que en el siglo XIX la cabra cambió su rol de pedir regalos a la gente y pasó a ser ella quien se los entregaba a la gente buena. 

En Finlandia la gente considera que la cabra es una criatura no demasiado agraciada que asusta a los niños. Tienen la costumbre de que un hombre de cada familia debe disfrazarse de cabra de Yule e interpretar dicho papel, lo cual hizo que los niños todavía se traumatizaran más. Por suerte para los niños, en el siglo XX, este rol fue adoptado por Santa, al cual todavía se le conoce como "la cabra de Yule". 

Los suecos en cambio, reinterpretan la historia de Thor: dos actores se visten como Thor y otro dios, y un tercer actor se disfraza de cabra a la cual fingen que sacrifican. Mientras todo esto sucede, una canción se toca de fondo y al final de la canción se resucita al actor-cabra (estos escandinavos tienen mil y una manera de traumatizar niños). 

Cuando llega la Navidad se construyen Julbock de paja, ya que se les asocia con la última cosecha de grano y que la función de este espíritu era la de controlar que la casa estaba limpia y en condiciones para la celebración del Yule. 
Durante estas fechas las familias suecas solían gastarse la broma de pasarse la cabra de Yule de unos a otros, para que esta dejara de incordiarles. El truco estaba en entrarla en casa del vecino sin que este se diera cuenta. 

Y con este artículo finalizo la sección (hasta el año que viene) de "Monstruos de la Navidad escandinava". Como ya habréis podido comprobar, celebrar las tradiciones escandinavas es solo para valientes, y a su lado este anuncio de la lotería de Navidad que se emitió en nuestro país parece un cuento de niños edulcorado. 

Fuentes:
Something Swedish
Navidad





miércoles, 30 de diciembre de 2015

Monstruos de la Navidad escandinava: Tomte

Con apariencia similar a la de un gnomo de jardín (barba blanca, sombrero rojo picudo y baja estatura) y su costumbre de traer regalos, podría considerarse la versión escandinava de Papá Noel aunque difiere en algunos puntos.

En Suecia se le conoce como jultomte o tomte, en Noruega como julenisse, en Dinamarca como julemand (viven en Groenlandia), en Finlandia como joulupukki ( también le llaman "la cabra de Yule", aunque su apariencia animal haya desaparecido y viven en Laponia).

Su vestimenta consiste en una túnica de lana, un cinturón, unos pantalones que llegan hasta las rodillas y calcetines altos, vestimenta típica de los granjeros del siglo XVII escandinavos.
Su origen está fuertemente relacionado con el de la granja, y frecuentemente se le representa como un granjero que se encargaba de preparar el terreno del bosque para la construcción de una granja y el cual en la época previa al cristianismo hubiera sido enterrado en la granja, en un montículo (por ello se le conoce como haugkall o hombre del montículo) y que su espíritu hubiera velado por el bienestar de sus descendientes, llegando a seguirles en caso de que se mudaran de casa.

Su nombre en sueco "tomte", deriva del termino para describir el lugar de residencia (casa o tomt), mientras que en Danés y en concreto, en el dialecto scanian, deriva de la palabra niðsi, que quiere decir "pariente pequeño y querido". 
¿Quién podría resistirse a esos ojitos?

A pesar de estar relacionado con la navidad escandinava, su predecesor fue la cabra de Yule. 
Tradicionalmente, esta cabra aparecía por Navidad e iba llamando puerta por puerta y entregando regalos.
Tomte/nisse le tomó el relevo a la cabra,  aunque a diferencia de esta y tal y como he comentado antes, velaba por el bienestar de sus descendientes.
En caso de que estos le trataran bien, protegía a la familia y a los animales del mal y las desgracias y echaba una mano con el trabajo de la granja. Por lo general la familia deja un bol con potaje y mantequilla la noche de navidad, para darle las gracias por cuidar de ellos.
Tomte/Nisse babeando como un caracol antes de hincarle el diente al potaje
Si por el contrario, la familia no le cuidaba y debido al mal genio que gasta el gnomo cuando se ofende (por ejemplo, si el granjero es vago y no cuida su granja como debe o si dice demasiadas palabrotas, se mea en los establos o maltrata al ganado), podían trolear a la familia, robarles objetos o matar su ganado. 
Como veis, cuando se enfadan dan miedito... 
Otra de las precauciones que tenían los escandinavos para evitar el enfado de estos pequeñajos era el de avisarles si se les caía algún objeto al suelo. 
El tomte está muy vinculado a los animales de la granja y aprecia especialmente al caballo, al cual cuidará con esmero e incluso llegará a peinarle y trenzarle la melena. No es aconsejable que el caballo le deshaga las trenzas ya que podría traer desgracias o incluso enojar al tomte. 
Aquí podéis verle cuidando del caballo familiar
En ocasiones se representa a este personaje junto a un cerdo, otro símbolo muy popular de las navidades escandinavas, y probablemente relacionado con la fertilidad y su rol como guardián de la granja.

Se cree que tienen la habilidad de crear ilusiones y en ocasiones pueden hacerse invisibles, además de poseer una gran fuerza.
En Noruega afirman también que tiene ojos como los gatos, los cuales brillan en la oscuridad.
Con la llegada del cristianismo  (se afirma sobretodo en el decreto de Sant Brigitta, s.XIV) se intentó hacer desaparecer a esta curiosa figura ya que se consideraba que era un falso dios o incluso el demonio. Se llegó incluso a afirmar que aquellos a quienes les iba excepcionalmente bien en la granja, era porque adoraban a un falso dios (el tomte). 

lunes, 28 de diciembre de 2015

Monstruos de la Navidad escandinava: Jólakötturinn (o el gato de Yule)

Es el gato de Grýla al cual la cantante islandesa Björk le ha dedicado esta canción
Es uno de los animales que aparecen durante el adviento en los países vecinos a Islandia, y el cual guarda un parecido con la cabra de Yule: ambos se observan a la gente actúe como es debido durante esta fecha del año. 
Las personas que no reciban una prenda de ropa por Navidad (a este hecho se le llama "vestir el gato de Yule" o "að fara í Jólaköttinn" lo cual se podría traducir como terminar dentro del gato de Yule), serán atacadas por el gato.

Se cree que el mito del gato de Yule fue creado para incentivar a los trabajadores de una granja a que trabajaran con más esmero antes de la navidades y que terminaran sus tareas. 
Como recompensa aquellos que habían trabajado duramente, recibían prendas de ropa nuevas de sus señores, mientras que aquellos que habían holgazaneado no recibían ninguna y terminaban dentro del gato de Yule (una buena excusa para conseguir que mejorara el rendimiento de sus granjas).

Desgraciadamente y aunque era injusto, aquellos quien debido a la pobreza u otras circunstancias adversas no recibían ninguna prenda nueva, eran devorados por el insaciable felino, aunque podían ser salvados si aquellos que tenían más posesiones las daban a los menos afortunados para que todos pudieran disfrutar de unas navidades sin monstruos ni enemigos. 

Es por este motivo que en tiempos remotos, las granjeras trabajaban de forma exhaustiva para poder producir una prenda tras otra de ropa durante el adviento, con tal de salvar a sus familiares de las garras del temible gato.

PD: Hay una versión más edulcorada de la leyenda de este temible gato, la cual afirma que el gato se comerá la comida de aquellos que no reciban ninguna prenda de ropa por Navidad. 
Actualmente, muchos islandeses siguen considerando de vital importancia recibir prendas de ropa por navidad y es por ello que por Nochebuena se siguen vistiendo solo con ropa nueva.

Fuente:
Museo Nacional de Islandia
Terry Gunnell






Monstruos de la Navidad escandinava: Jólasveinarnirlos (o los chicos de Yule)



No, no es una reunión del IMSERSO, son los Yule Lads

A pesar de que se les relaciona con Papá Noel debido a que también suelen traer regalos, su orígen es muy distinto.
Como la mayoría de vosotros ya sabréis, Papá Noel está relacionado con San Nicolas (patrón de los niños y los marineros), mientras que estos 13 pequeñajos son ni más ni menos que de los 13 los hijos de la temible Grýla y su marido Leppalúði.
Antiguamente su misión era asustar a los niños, a los cuales se les decía que ellos se encargaban de llevarle a su madre aquellos niños que se portaban mal para que se los comiera.
Por suerte, a medida que el tiempo pasaba y a que el gobierno islandés vio en 1746, que el tema de los trolls y ogros come-niños se les iba de las manos, los Yule Lads fueron poco a poco "volviéndose" más bonachones aunque la mayoría de ellos conservaron el mal hábito de robar, su residencia en las montañas, su número (13) y sus nombres.

Este cambio se debía, sobretodo en el siglo XX, a la influencia de sus colegas extranjeros lo cual les llevó a llevar vestimentas rojas similares a Papá Noel o a los duendes de la navidad de Dinamarca, en ocasiones especiales e incluso empezaron a traer regalos a los niños.

Los Yule Lads llegan 13 días antes del día de Navidad (cada día llega uno de ellos) y llevan su traje tradicional en oposición al traje rojo que reservan para ocasiones especiales. 

Los Yule Lads en sus años mozos bajando a la ciudad
Para que les podáis conocer mejor, a continuación os dejamos con una breve descripción y el nombre que cada uno de ellos recibió, gracias al poema que aparece en el libro Jólin koma (llega la Navidad) y el cual fue escrito por Jóhannes úr Kötlum en 1932:

Stekkjastaur (zoquete redil de ovejas) : Llega el 12 de Diciembre y su afición es robar ovejas para beberse su leche. Su estrategia consiste en perseguir a las ovejas aunque debido a que sus piernas están rígidas como palos, resulta bastante cómico verle. Su forma de andar sería similar al de estas cabras.  


Giljagur (el-mirón-boquiabierto-de-la-zanja): El 13 de Diciembre escondido en los valles, aprovechará para colarse en las vaquerizas y robar toda la leche que encuentre a su paso. 


Stúfur (corto y grueso): Llegado el 14 de diciembre este pequeñajo o como dirían los angloparlantes "vertically challenged", aparecerá para arrebataros los trocitos de comida de las paellas (de ahí que antes se le llamara Pan Scraper o raspa-paellas). Sin duda es uno de los personajes más populares entre los niños islandeses.  


Pvörusleikir (chupa-cucharas) : El 15 de diciembre bajará de las montañas para arrasar con todas las cucharas que encuentre, y que hayan sido utilizadas para arañar el fondo de las ollas.


Pottasleikir (chupa-ollas): Si el 16 de diciembre os da un ataque de pereza y no limpiais vuestras ollas, el chupa-ollas, haciendo honor a su nombre os las arrebatará y las chupará hasta no dejar ni un ápice de comida en ellas. 

Askasleikir  (chupa-cuencos): Cada 17 de diciembre, el chupa-cuencos aprovechará para colarse en vuestras casas, justo debajo de vuestras camas. En caso de que os olvidéis alguno de vuestros cuencos sucios de comida en el suelo, no dudará en cogerlo rápidamente y dejarlo como los chorros del oro a lengüetazos. 


Hurdaskellir  (el que da portazos): El 18 de diciembre notareis su llegada fácilmente debido a su gran pasión: dar portazos una y otra vez para que la gente no pegue ojo cuando él ronda por la ciudad... Todo un amor de criatura! ¬¬


Skyrgámur  (engulle-Skyr): El 19 de diciembre viene a robar su ración anual de Skyr, una especie de yogur típico de Islandia de sabor mucho más suave que el yogur convencional. Engulle-Skyr, tiene debilidad por dicho yogur y hará cualquier cosa (incluso colarse en nuestra despensa) por engullirlo. 


Bjúgnakraekir (roba-salchichas): cada 20 de diciembre baja paseando de las montañas de Dimmuborgir en busca de su comida favorita,... ¡salchichas!


Gluggagaegir  (el mirón de ventanas): si el 21 de diciembre veis un par de ojitos brillantes que miran desde vuestra ventana, es más que probable que sea él.  Normalmente no suele robar pero si ve algún juguete que le llama la atención, no dudará en hacerlo cuando os despistéis un momento. 


Gáttapefur  (huele-portales): Saca la nariz (nunca mejor dicho, ya que a su lado Cyrano de Bergerac es chato) el 22 de Diciembre  para localizar y robar rebanadas de pan.


Ketkrókur  (gacho-para-carne): Es en la misa de San Thorlac, el 23 de diciembre cuando el gancho-para-carne aparece. Como su nombre da a entender, la carne le vuelve loco. Solía bajar un gancho a través de la chimenea y enganchar una pata de cordero ahumada de las vigas o bien un pedazo de carne de cordero de las ollas. Antiguamente el cordero ahumado, un manjar típico de las navidades islandesas, se cocinaba en esta fecha. 
A medida que el tiempo pasó, optaron por preparar raya fermentada para cenar, solo apta para los comensales valientes, ya que huele incluso peor que el Hákarl (tiburón islandés)... 

Kertasníkir  (roba-velas): Aparece el día de Nochebuena (24 de diciembre). Todos los niños islandeses deseaban tener su propia vela de Navidad, ya que era la luz más brillante que podían conseguir para iluminarse. Roba-velas aparecía ya que él, al igual que los niños deseaba tener su propia vela también. 

Fuentes:
Tiny Iceland
National Museum of Iceland


domingo, 27 de diciembre de 2015

Monstruos de la Navidad escandinava: Grýla

Las primeras referencias sobre esta giganta las podemos encontrar en el siglo XIII en la Islendiga saga y la saga de Sverri (cuya primera parte debe su nombre al de la giganta).


Su historia es una de las leyendas más antiguas de Islandia transmitidas a través de la tradición oral.
Grýla es una "ogra" gigante (trollkvinna) con cuernos y pezuñas de cabra y 13 colas.


Vive en una cueva en las montañas de Dimmuborgir (Islandia) junto a su tercer marido Leppalúð (el cual parece divertirla, ya que a los dos anteriores los mató por aburrirla) y sus hijos (los jólasveinar o los chicos de la Navidad) y su gato negro, el temible gato de la navidad (el jólasköttur).


Dimmuborgir, lo cual quiere decir fortaleza oscura en islandés.

Se cree que que su leyenda también está asociada a Shetland (se la conoce como Skekla, palabra que proviene de skekill, la cual en islandés quiere decir la piel de las patas de los animales cuando están estiradas) y las islas Faroe (aparece en grýlukvöld, el primer jueves de cuaresma. Aunque se sospecha que esta referencia cristiana fue posterior a la de los mitos de las dos otras localizaciones que he mencionado), debido a que en algunos de sus versos más antiguos se mencionan tradiciones populares en las cuales se habla de mujeres-monstruo ("Lengeføsta", "langaføsta" o "Langefaste") vestidas con pieles, paja o algas, la cuales solían visitar granjas y aldeas durante el invierno para pedir ofrendas (normalmente carne). El diccionario Faroés de Svabo las describe como "gruijla", palabra emparentada con Grýla  y cuyo significado es "abominable".
En la islas Shetland en cambio, la tradición era que grupos de gente disfrazada con paja o camisas o enaguas blancas, salían la noche de "Winter Sunday" (14 de octubre), los días próximos al día de todos los Santos (1 de Noviembre) y la misa de St. Martin (período de Navidad), liderados por un Skudler, emitiendo sonidos de animales o hablando en lo que se conoce como "reversed speech" (hablar mientras se inhala) para pedir ofrendas (normalmente carne). 

El hecho de que se relacione a la giganta con gente vestida con pieles de animales, viene de que se la relacione con el término "Grýlu maður" (trad. como un animal), motivo por el cual se la relacionó en Europa con la figura de los sátiros y con þingálp, hjörtur, hestur, kelling y Háa-Þóra en los juegos Viki-Vaki

Según la tradición islandesa, cada año por Navidad Grýla baja de las montañas malhumorada por su insaciable apetito, el cual no logra satisfacer debido a la escasez de recursos en Dimmuborgir.
Siente predilección por niños de menos de 6 años para aterrorizarlos, meterlos en su saco y posteriormente llevárselos a su casa para comérselos.



En ocasiones, cuando está ocupada o siente demasiada pereza para bajar a la ciudad, envía a sus 13 hijos a que vayan  a buscarle niños que se portan mal y se los traigan a casa.

Aunque yo soy algo mayorcita, este año ha hecho una excepción y ha venido a visitarme después de que el Krampus le contara mi fechoría, y ella decidiera poner un poco de orden, ya que el Niflheim y Dimmuborgir no distan demasiado.

Gracias a ella, hay muchos padres islandeses que apenas pueden pegar ojo debido al miedo que sienten sus retoños por esta curiosa mujer. En 1746, el gobierno islandés intentó ayudar a los padres que que padecían insomnio por sus retoños, los cuales ni siquiera se atrevían a salir de casa, lanzando una campaña en la cual anunciaban que Grýla había muerto debido a su avanzada edad y prohibiendo que se utilizara el nombre de la trollkvinna para intimidar. 
Al no dar resultado y ver que los niños insistían en llorar de forma insistente cada noche sin dejar dormir a sus padres, Grýla aparecía en las casas y los padres tenían serios problemas para convencerla de que no se llevara a los niños, ya que no lloraban por rebequería sino por miedo puro y duro.

Así que os podéis considerar afortunados de no recibir la visita de esta trollkvinna en estas fechas del año, en las cuales seríais incapaces de huir debido a los banquetes navideños.

Fuentes:
Gryla por Terry Gunnell
Saga de Sverri
Islediga saga
Juegos Viki-Vaki por Terry Gunnell




viernes, 25 de diciembre de 2015

De paseo por Hedeby (II)

Como os comenté en mi entrada anterior, llevarme el evangelio de Lindau tras mi visita al Museo Vikingo de Hedeby, me ha dado muchos problemas.

Aquellos que me seguís en facebook, ya habréis visto que esta semana tuve un susto por culpa de dos estudiantes alemanes que se "perdieron un poco" mientras celebraban el Krampusnacht, digamos que acabaron el festival un poco más lejos de lo previsto y encima tuvieron el morro de pedirme que les diera de comer para superar la resaca. ¡Esta juventud!

Tras haberles servido un poco de asado de reno y dormir, se despertaron asustados comentando que debían volver a casa para prepararse para los exámenes. Me dieron tanta pena que les dejé mi cabra y caballo para que llegaran  a Baviera lo antes posible... era como ver la versión germánica y low cost de Sancho Panza y el Quijote... 

Después de despedirme de ellos, decidí volver a mis tareas diarias pero para mi sorpresa, volví a encontrarme con huellas de cabra y humanas, aunque no les presté demasiada atención creyéndome que eran otro par de estudiantes que se habían perdido, en especial cuando oí una risa muy ronca por el bosque.
Mientras limpiaba el Helheim, llamaron a la puerta y al ir a abrir, un poco más y me quedo tiesa... Se trataba de Grýla (una giganta que vive en las montañas de Islandia, concretamente en Dimmuborgir, y no, no hablo de estos... Y que sale cada navidad a comerse a los niños que se portan mal. Aqui tenéis una foto, y sí, parece saca de The Walking Dead...), sus 13 hijos (los cuales se encargan de dejar regalos buenos o malos a la gente por estas fechas), su gato negro (se come a la gente que no ha recibido ropa nueva antes de nochebuena. Aquí lo podéis ver jugando con los hijos de Grýla), el Krampus (creo que ya le conocéis, pero por si acaso, aquí tenéis una foto) y la cabra de Yule (se encarga de supervisar que los preparativos de Yule sean los correctos, de lo contrario te castiga... Todavía me duele el culo de las cornadas que me dio el año pasado cuando se me quemó el asado de navidad. Aquí podéis ver su foto).

Podía comprender el motivo de la visita de todos salvo Grýla y el Krampus, el cual parecía bastante enfadado.
No muy segura de lo que estaba haciendo, les invité a pasar a Helheim y allí Krampus me comentó que estaba muy decepcionado conmigo.
Resulta que el Krampus, a pesar del montón de trabajo que tenía estos días, había decidido venir a verme para recuperar cierto souvenir que me llevé de Hedeby. 

Krampus: No te da vergüenza haber robado un libro tan valioso? Como ama y señora del Helheim tendrías que dar ejemplo.
Hella: Es que era tan bonito... 
Krampus: ¡Mereces un buen castigo! De hecho, voy a dejar que sea Grýla y la cabra de Yule que decidan cuál va a ser. 
Hella: ¡¡¡No!!!! ¡Te devolveré el libro! ¡Haré lo que quieras pero no dejes que ellos decidan mi castigo!
Grýla -mientras iba dando vueltas a mi alrededor y examinándome mientras hojeaba un libro de cocina-: ¿Qué podría hacer contigo?
Hijos de Grýla: Mamá, puedes utilizar las patatas que le íbamos a dar a Hella por sus fechorías.
Grýla: ¡Ni hablar que están podridas! ¡Puede que seamos ogros, pero comemos como dioses!
Cabra de Yule: Hmmmm la verdad es que le falta algo de carne a esta chica, aunque siempre podría correr la misma suerte que yo cuando acompañaba a Tor en sus viajes y se me comía una vez tras otra y me resucitaba... Por otro lado, según el reglamento, no podemos comernos a un compañero de trabajo a no ser que se salte una de las normas de Yule... 
Gato de Yule: Que yo sepa tiene asado de reno y la casa está decorada según las tradiciones aunque... no veo ninguna prenda de ropa nueva... -se empieza a relamer y a ronronear-. 
Hella: Eh? Sí que tengo sí! Quería esperarme a las rebajas pero no pude resistirme a intentar hacer un jersey navideño! Mirad! -les muestro el jersey que estaba tejiendo-.
Gato de Yule: Seguro que es un jersey para tí? Tiene los brazos muy largos... ¡Parece que sea para un orangután!
Hella: ¿Qué culpa tengo yo de tener un cuerpo extraño?
Cabra de Yule -examinando todo lo ocurrido-: hmmm, creo que ya sé cuál podría ser tu castigo. En primer lugar tendrás que devolverle el Evangelio de Lindau al Krampus. En segundo lugar tendrás que prepararnos a todos una cena de Yule como los dioses mandan, y tu te sentarás en la mesa con nosotros pero no comerás lo mismo que nosotros... Comerás las patatas que te han traído los hijos de Grýla!
Hella: ¡¡Pero están podridas!!
Cabra de Yule: ¡tst, tst, tst, sin rechistar, eh! Ah y tendrás que cantar villancicos a todos los dioses del Asgard. 

Así que ya habéis visto qué fiestas se me presentan y el motivo por el cual Odín todavía se ríe...  
No es que me haya gustado el castigo pero ni siquiera la ama y señora del Helheim puede encararse a estas celebridades, en especial a Grýla la cual es capaz de hacer que el volcán Eyjafjallajökull entre en erupción cuando se enfada. 

Espero que tengáis unas fiestas mejores que las mías och... god Jul! :)

Extra:
Sí queréis conocer a mis invitados un poco mejor, os recomiendo los siguientes links:
Grýla

Más curiosidades sobre las navidades en Escandinavia:
Personajes de los juegos Vikivaki por Terry Gunnell. 
La navidad con 13 trolls (y no, no hablo de mi familia ¬¬*)
Los Yule Lads (o los hijos de Grýla) amigos o enemigos? 
Yule o la Navidad de los Vikingos. Gran artículo de la blogger Ele de Lis




lunes, 21 de diciembre de 2015

De paseo por Hedeby

Buenas a todo el mundo!
En primer lugar me gustaría pedir disculpas por publicar tan tarde el artículo sobre mi ruta por Alemania (Hedeby - Bremen - Hamburgo - Münster).
Debo confesar que mientras volaba desde Niflheim hacia Hamburgo, para posteriormente viajar en tren hacia Schleswig (Hedeby), me acordé de cuando era más jovencita, a finales del siglo IX, cuando me fui a a la Rus de Kiev buscar al konungr Rorik de Doreste (no sabéis lo que me costó encontrarlo) debido a la información errónea que saqué de un documento escrito por un cronista pro-escandinavo, el cual leí con prisas y creí entender que Rurik viajó a tierras eslavas con sus hermanos Sine y Truvor, y que los envió a gobernar las ciudades de Beloozero e Izborsk, cuando en realidad lo que pasó fue que confundí las palabras "sine hus" (sin casa) con Sine y "tru voring" (con guardia leal) con Truvor... En fin, errores de juventud, que me hicieron estar más de 10 años (llegué el año 862) buscando tres mancebos escandinavos en la Rus de Kiev en vez de uno... Suerte que en Nóvgorod encontré a Rúrik en el año 879 y le pude guiar hasta Helheim.

Por suerte esta vez no iba sola, me acompañaba el Jarl de Clan Hávamál, el cual empezó a palidecer al contarle mi "pequeño error de traducción" y ver que viajábamos con la Deutsche Bahn (la RENFE alemana. Que sepáis que al haber vivido tantos años y viajado tanto por motivos "laborales" tengo la tarjeta hiper-mega-premium-plus-plus de todos los transportes habidos y por haber, HA!) dirección a Schleswig y sin entender un carajo de lo que decía el maquinista (los altavoces eran un petardo) y con un cielo tan oscuro que no nos permitía leer los carteles de las estaciones.
Suerte que un grupo de abueletes alemanes nos informó que íbamos por buen camino y gracias a ellos evitamos terminar en Dinamarca.

Haithabu, nuestro destino

Tras llegar a Schleswig, buscamos el hotel e intentamos planificar la ruta hasta Hedeby con la ayuda de la anfitriona del hotel, la cual además de una hoja con los horarios de los autobuses, también nos dio este panfleto del museo vikingo de Hedeby y un mapa de la ciudad:

  

Debido a que el horario de autobuses que nos dieron y a que hacía muchísimo frío, optamos por tomar un taxi que nos llevó hasta los jardines que había a la entrada del museo a través de unos caminitos que nos hicieron darnos cuenta de que Odín había llegado antes que nosotros... Mucho antes... de hecho llegó hacía tanto tiempo que incluso se había montado un restaurante...

Odín y sus negocios... Meh! ¬¬!

Para aquellos que nunca hayáis estado en Hedeby, os diré que en su época estaba situado en una zona privilegiada como podréis ver en este mapa:

Hedeby (Haithabu), se encontraba en Dinamarca, en el centro de este mapa en el cual aparecen también Frisia, Sajonia y los pueblos eslavos.

Fuentes escritas de la época documentan que el rey Godofredo (más adelante os contaré una anécdota con este buen hombre) llegó a Hedeby el año 804 con su armada y que en 808 cerró un centro comercial (zona comercial, ahora no os imaginéis aquí un centro comercial como el de Diagonal Mar o la Maquinista...) eslavo y hizo que todos sus mercaderes se mudaran a Hedeby, lo cual la convirtió en un punto neurálgico importantísimo para comerciar con todo tipo de mercancías; desde pieles, hasta ámbar, madera, etc... 

Todavía me acuerdo cuando era jovencita y me iba a pasear por el Slien Fjord, la zona más oriental de la ciudad y donde se encontraba uno de los puertos más grandes del mar Báltico de la época... Era tan grande que tenía su propio sistema de defensa, con una cadena que delimitaba la zona portuaria de la del fiordo. 
Para que os hagais una idea del glamour que tenía dicha ciudad, os diré que se podría comparar al World Trade Center de Nueva York; la ciudad estaba tan especializada en el comercio de y en la construcción de materias primas que encontrarse una vaca tras las murallas de Hedeby, hubiera sido tan raro como encontrarse una vaca en World Trade Center (aunque reconozco que pagaría por ver la cara de los "lobos de Wall Street" si se encontraran con una vaca en el edificio de la bolsa...). 
Como podéis ver en el mapa, anteriormente la ciudad pertenecía a Dinamarca. De hecho, estaba rodeada por una muralla de 1300 metro de largo con forma semicircular y estaba conectada con el muro de Danevirke (os hablaré de este tema en futuros publicaciones), la cual cruzaba la península de Jutlandia (Hedeby era la región más oriental). 

Desgraciadamente, esta bonita ciudad fue saqueada y destruida alrededor de 1050 (lo cual me dio un montón de trabajo y me puso triste por igual) , y no volvió a ser reconstruida. Por esa fecha, la ciudad de Schleswig, situada en el extremo norte de Slien Fjord creció de forma constante en tamaño e importancia, lo cual sospecho que se debe a que esta podía ofrecer una puerto más fondo que el que podía ofrecer la pequeña ciudad de Hedeby. 

Dejo ya de hablaros de la historia de la ciudad de Hedeby, que al final me voy a echar a llorar y voy a contaros un poco qué fue lo que encontramos en el museo. 

Como podréis ver en las fotografías que os muestro a continuación, pudimos disfrutar de muchas piezas de la época vikinga que me trajeron un montón de recuerdos de juventud y las cuales os iré explicando su función e historia en detalle en futuras entradas de este blog (seeeeh me gusta dejaros con la miel en los labios).
También encontramos interesantes tutoriales para elaborar joyas, hornos de barro, etc... e incluso pudimos descubrir que en Escandinavia, incluso las piedras hablan (en breve os mostraré un vídeo que lo corrobora...). 

Tutorial para construir un peine a partir de un hasta de ciervo

Para que os hagáis un poco a la idea de todo el material que encontramos, os pongo a continuación una pequeña muestra de las piezas que encontramos en el museo: 

        

Los que me seguís en facebook ya habréis visto que aproveché mi viaje para comprar unos cuantos libros sobre vikingos, y que bueno, también tomé uno "prestado" del museo, concretamente este: 

Älterer Lindauer Buchdeckel


Los maravillosos grabados de sus portadas, el pan de oro y las piedras preciosas utilizados para su elaboración, hicieron que fuera el souvenir perfecto para llevarme de vuelta al Niflheim y que posteriormente me marchara a Biergarten de Odín para celebrarlo, ya que no sospechaba las consecuencias que eso me traería...

Continuará...

Agradecimientos a Clan Hávamál permitirme utilizar las fotografías para esta entrada, a  Anke y sus amigos por su hospitalidad y habernos tratado tan bien durante nuestra estancia en Alemania :)